Modelando el pasado: La cerámica de Madinat Ilbira

29/11/08.- www.laopiniondegranada.es

Estudiantes universitarios fabrican en el siglo XXI la cerámica que hizo famosa a Medina Elvira. Aprenden y usan la tecnología de los artesanos del siglo IX.

Una pequeña obra achaparrada, totalmente redonda y regordeta, decora uno de los ángulos de las instalaciones desde las que se gestionan los trabajos arqueológicos en Medina Elvira. La nave, que luce más con la denominación de ‘oficina técnica de la excavación´, se encuentra en el perímetro definido por el Bien de Interés Cultural (BIC). Colmada con los materiales extraídos al suelo que albergó la primera gran ciudad árabe del sur de Europa, la destartalada construcción languidece durante largas temporadas del año sin más compañía que la de los vecinos que habitan en el antiguo camino de las canteras de Atarfe. El elemento cónico que le ha salido en un borde ha cambiado el panorama. No es sólo una forma que contrasta con el almacén que tiene al lado.


Este pequeño horno arsenal, que es casi en sí mismo un pequeño proyecto científico, puede ser el comienzo de una manera de entender la cerámica medieval, una artesanía de la que “poco se sabe aún”, según matiza el catedrático Antonio Malpica, pero que quince jóvenes universitarios del siglo XXI fabricarán con técnicas del IX y del X. Lo harán en un curso pionero en España en el que, por primera vez, “los alumnos van a trabajar estos materiales a partir de los conocimientos que poseemos sobre la tecnología de la época”, explica Esteban Fernández, profesor de la escuela de Arte de Granada, doctor en Historia Medieval y codirector, junto a Malpica y Alberto García Porras, de ‘La cerámica de Madinat Ilbira´, una iniciativa con la que se busca profundizar en el conocimiento y, sobretodo, en la difusión de los procesos que seguían los artesanos de hace diez siglos para producir piezas que marcaron el inicio de una nueva época en esta actividad. “Se abre una nueva línea de estudio, otro ámbito de trabajo. La tecnología nos puede aportar una información muy valiosa.

Tanto como para aclarar dudas sobre el origen o procedencia de determinados objetos”, continúa explicando el artífice del artefacto que les servirá de cocedero. Sobre la casuística concreta de Medina Elvira, el docente precisa que se “trata de un momento socialmente complicado, que tiene su reflejo en los procedimientos de fabricación”. Destaca la introducción del vidriado y la variedad de tipos registrada, pero hay algo aún más importante: “Salta a la vista una labor de experimentación por parte del artesano, que busca y busca, y que aprende de sus errores hasta quedarse con los mejores resultados y dar con la fórmula acertada”. Marcos García, Sonia Villar o Raquel son algunos de los participantes en el proyecto. Durante dos semanas dejan atrás la teoría para meterse de lleno en la práctica. Sería algo así como una profunda y total inmersión.

Por la puerta grande, pues tendrán el privilegio de modelar arcilla del BIC con sus propias manos, siguiendo las técnicas profesionales que empleaban los habitantes de la Medina. “Me fascina hacer lo que hicieron ellos, enfrentarme a los problemas a los que se tuvo que enfrentar un ceramista en su taller para conseguir los útiles de los que se servían en su vida diaria”, comenta Raquel, estudiante de la UGR, a la que también le interesa la visión etnográfica del asunto: “La artesanía tradicional se está perdiendo en Occidente y ésta es una manera de perpetuarla en el tiempo”. “No es fácil contar con un horno de este tipo. Una cosas así no la tiene nadie. Estamos deseando de comenzar a cocer”, añade la jienense Sonia, quien no oculta que “obtienes una visión completamente diferente de la arqueología”.

Leer noticia

Comenta desde Facebook